Hace 50 años, un sismo transformó la historia de Ciudad Serdán

Hace medio siglo, un sismo de magnitud 8.7 en la escala de Richter sacudió las calles de Ciudad Serdán, dejando tras de sí una estela de devastación que cambió para siempre la vida de esta comunidad. El 28 de agosto de 1973, lo que solía ser una festividad llena de alegría y celebración se convirtió en una tragedia que aún perdura en la memoria de quienes la vivieron.
Una suceso que impactó al país
La ciudad de Ciudad Serdán, ubicada en Puebla, solía ser conocida por su vibrante feria en honor a la imagen religiosa del Jesús de las Tres Caídas. Durante esta festividad, cientos de visitantes y comerciantes de todo el país se congregaban en la región para ser parte de la celebración. Sin embargo, en la madrugada del 28 de agosto, a las 3:51 de la mañana, la tierra tembló y la historia de Ciudad Serdán tomó un giro oscuro y doloroso.
Los efectos del sismo fueron devastadores. Edificios históricos se derrumbaron, vidas humanas se perdieron y la esencia misma del municipio sufrió un cambio profundo. Los testimonios de aquel día hablan de muerte y destrucción, con comerciantes durmiendo en sus puestos de feria que quedaron bajo los escombros. La cifra de muertos ascendió a más de 541, principalmente visitantes que habían llegado a la ciudad para disfrutar de la festividad.
La magnitud de la tragedia se hizo evidente cuando las autoridades locales se vieron abrumadas por la cantidad de cadáveres y la falta de depósitos para ellos. Una fosa común improvisada en medio del pueblo se convirtió en el lugar de descanso final para muchos de los fallecidos, en su mayoría personas foráneas cuyas familias no pudieron costear el traslado de los restos a sus lugares de origen. Actualmente, ese lugar es conocido como la Prolongación de la 5 Poniente.
Se recuerda con horror el sismo
El historiador Adrián Silva, quien vivió la tragedia cuando era un niño de 13 años, recuerda el horror de aquellos momentos. El crujir de la tierra, los escombros, las personas atrapadas bajo las ruinas y las cajas improvisadas como ataúdes son imágenes que quedaron grabadas en su memoria. Pero la devastación no fue solo física. La ciudad perdió gran parte de su arquitectura histórica y de su identidad.
El sismo marcó el inicio de una serie de cambios sociales y económicos en la comunidad. La migración a Estados Unidos aumentó, dejando casas abandonadas en su camino. La economía local se vio afectada al disminuir la llegada de comerciantes y visitantes para la festividad anual. Ciudad Serdán pasó de ser una ciudad prominente a un municipio más dentro de Puebla.
A pesar del paso de los años, las heridas de aquel día siguen frescas en la memoria de los sobrevivientes. El recuerdo de las vidas perdidas y la destrucción que dejó el sismo sigue siendo un tema sensible. A 50 años de la tragedia, la comunidad recuerda con nostalgia y dolor el evento que cambió sus vidas para siempre. Aunque la ciudad se ha reconstruido físicamente, el impacto emocional y social sigue resonando en la comunidad, recordándoles la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en tiempos de adversidad.