Joven de 17 años ataca a compañero por presunto racismo
El agresor, identificado como Salomón Tapia Rebolledo, es señalado por intento de homicidio en contra de Santiago Sayas, quien se encuentra hospitalizado en estado delicado.
Una inquietante situación ha sacudido a la comunidad educativa en Puebla, luego de que se difundiera en redes sociales un escalofriante episodio de violencia en el que un joven de 17 años atacó a otro de su misma edad, presuntamente motivado por actos de racismo.
GRAVES IMÁGENES
El incidente tuvo lugar el pasado sábado 14 de octubre en la colonia Bugambilias, en Puebla, cuando un amigo del novio de Monserrat Bravo, identificado como Santiago Sayas, fue brutalmente agredido con un cuchillo a las afueras de su domicilio. La agresión ha dejado consternada a la comunidad y ha generado una urgente búsqueda para encontrar al agresor, identificado como Salomón Tapia Rebolledo.
Un video que ha circulado en redes sociales muestra el momento exacto en el que el agresor hiere a su víctima con un cuchillo. En las imágenes se aprecia a un tercer individuo intentando detener al atacante, sin embargo, tras herir a Zayas, el agresor logra escapar del lugar a toda prisa.
LA VÍCTIMA PIDIÓ APOYO A LA COMUNIDAD EN REDES SOCIALES
Monserrat Bravo, a través de su cuenta de Facebook, hizo un llamado a difundir el caso y proporcionó detalles sobre la violenta agresión. Ambos jóvenes, tanto la víctima como el agresor, son estudiantes de bachillerato de la Universidad de América Latina (UDAL) Puebla. El ataque ha sido catalogado como un intento de homicidio en contra de Santiago Sayas, cuyo estado de salud es considerado como delicado.
El caso ha tomado un cariz aún más preocupante, ya que se han revelado antecedentes de amenazas y racismo por parte del agresor. Según testimonios de medios locales, Salomón Tapia Rebolledo solía acosar y discriminar a Santiago por su ascendencia cubana y afroamericana.
La familia de Santiago Zayas hace un llamado urgente para localizar al agresor y que sea llevado ante la justicia. La comunidad educativa y la sociedad en general se mantienen en vilo, a la espera de que se tomen las medidas necesarias tanto en la institución educativa como por parte de la Fiscalía General del Estado de Puebla.