Un cambio significativo en el caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez ha surgido con el anuncio del fiscal del condado de Los Ángeles, George Gascon, de que pedirá a un juez la liberación de los condenados.
Después de casi 35 años tras las rejas por el asesinato de sus padres, nuevas evidencias de abuso sexual por parte de su padre han llevado a la revisión de sus sentencias. Gascon argumentará que, debido a su comportamiento ejemplar en prisión y su juventud en el momento de los crímenes, merecen una segunda oportunidad.
Los Menéndez, actualmente de 56 y 53 años, fueron condenados en juicios que capturaron la atención del público en los años 90, cuando su vida de privilegio y el escándalo familiar se convirtieron en el centro de atención mediática.
En su primer juicio, que se transmitió por televisión, ambos hermanos alegaron que los asesinatos fueron el resultado de años de abuso sexual por parte de sus padres. Sin embargo, la fiscalía argumentó que su motivación era la codicia por la fortuna familiar.
Nuevas pruebas reavivan el caso
Gascon ha revelado que se han presentado nuevas pruebas, incluyendo una carta que Erik escribió a un primo ocho meses antes de los asesinatos, donde describe los abusos sufridos.
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Esto ha llevado a la posibilidad de que, si el jurado hubiera conocido esta información en su momento, el veredicto podría haber sido diferente. Además, se ha reavivado el interés por el caso gracias a una serie de Netflix que ha expuesto más detalles sobre la vida de los hermanos y el contexto familiar que rodea el crimen.
Aunque Gascon planea solicitar un cambio de la sentencia a una pena de 50 años a cadena perpetua, permitiendo la posibilidad de libertad condicional, se anticipa que otros fiscales de su oficina se opondrán a esta medida, defendiendo la condena original. Mientras tanto, algunos miembros de la familia Menéndez, incluyendo a la hermana del padre asesinado, están a favor de su liberación.
En un contexto más amplio, el caso Menéndez refleja la evolución de la percepción sobre el abuso y la violencia sexual en la sociedad. Gascon ha enfatizado que la comprensión de estos temas ha cambiado significativamente desde el juicio inicial, y que es fundamental considerar el contexto de las víctimas al evaluar sus acciones.
Con la audiencia programada para el 26 de noviembre, el futuro de los hermanos Menéndez sigue siendo incierto, pero la atención pública está más enfocada que nunca en este caso emblemático.