La ciudad de Los Ángeles se prepara para recibir una de las celebraciones gastronómicas más importantes para la comunidad poblana: la 17ª edición de la Feria de los Moles.
Este evento, que tendrá lugar los días 28 y 29 de septiembre en el Gloria Molina Grand Park, no solo espera una asistencia de más de 100 mil personas, sino que también promete generar una derrama económica de 2 millones de dólares. Sin embargo, el verdadero valor de la feria radica en la conexión cultural que ofrece a los latinos que residen en Estados Unidos.
Un encuentro culinario con raíces poblanas
Marina Ortiz Martínez, coordinadora de Relaciones Públicas de la Unión de Poblanos en el Exterior (UPEXT), destacó que la Feria de los Moles tiene como objetivo principal acercar las tradiciones gastronómicas mexicanas, en especial las poblanas, a los latinos que viven en la Unión Americana.
El evento contará con la participación de 200 expositores de Puebla y otros estados de México, quienes compartirán sus recetas y productos tradicionales. Este año, el Chile en Nogada será el invitado de honor, preparado por Margarita Leal, reconocida cocinera tradicional de Tlatlauquitepec. Este platillo emblemático de la gastronomía poblana resaltará la riqueza cultural que caracteriza a la región.
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Mole: un platillo con historia y evolución global
Aunque el mole se mantiene fiel a su receta original, la internacionalización del platillo ha llevado a que existan variaciones en su preparación, adaptándose a los gustos locales.
“El mole ha llegado a ser conocido en América del Norte, Europa, África y Asia, lo que lo convierte en el primer platillo intercontinental del continente americano”, comentó Ortiz. Incluso ha inspirado innovaciones, como el “helado de mole”, una curiosa mezcla de mole y arroz servido como postre.
El fundador de la Feria de los Moles, Pedro Ramos, recordó los humildes comienzos del evento en la Placita Olvera, que con el tiempo se trasladó al Grand Park debido al creciente éxito. Desde su creación en 2008, la feria ha contribuido al reconocimiento del mole a nivel internacional, y el 7 de octubre ha sido proclamado como el Día del Mole tanto en Los Ángeles como en Puebla.
Este evento no solo celebra la gastronomía poblana, sino que también refuerza el vínculo cultural entre los latinos y sus raíces, permitiendo a miles de personas disfrutar de una experiencia auténtica y única en el corazón de Los Ángeles.