En una extensa jornada que se prolongó por más de 13 horas, el Senado de la República aprobó la polémica reforma al Poder Judicial, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 86 votos a favor y 41 en contra, el dictamen pasó tanto en lo general como en lo particular, y ahora será turnado a los Congresos estatales para su eventual ratificación.
La sesión estuvo marcada por un ambiente de tensiones políticas y confrontaciones internas entre los senadores.
El voto clave y las acusaciones de traición
El senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, sorprendió a sus compañeros al votar a favor de la reforma, rompiendo con la postura oficial de su partido. Este voto fue crucial para que el bloque oficialista alcanzara la mayoría calificada.
La decisión de Yunes Márquez provocó una fuerte reacción en su propio partido, donde lo tildaron de “traidor a la patria” por apoyar una reforma que consideran perjudicial para la autonomía del Poder Judicial.
Confrontaciones y acusaciones de intento de golpe
La sesión fue interrumpida cuando manifestantes irrumpieron en la Cámara Alta, lo que obligó a trasladar la discusión a una sede alterna. A pesar de los esfuerzos del PAN por detener la votación, la sesión continuó, lo que generó enfrentamientos verbales entre los senadores.
Los legisladores de Morena acusaron al PAN de intentar sabotear el proceso y calificarlo como un “intento de golpe”, mientras que los panistas señalaron que la reforma representaba un ataque al sistema judicial.
Finalmente, la reforma judicial fue aprobada durante la madrugada de este miércoles, y aunque logró pasar este obstáculo, ahora deberá enfrentar su próxima etapa en los Congresos locales, donde se espera que las tensiones continúen.