La reciente paranoia causada en el morenogalismo, se debe a que sus distinguidos miembros ya se dieron cuenta que perdieron el control de la Fiscalía, del Tribunal Superior de Justicia y de la Auditoría Superior del Estado.

Si: de las tres dependencias que los pueden juzgar y encarcelar como a Eukid Castañón Herrera, ex operador de los Moreno Valle.

Gali perdió al Fiscal Gilberto Higuera porque durante su gobierno su hombre de confianza en esa dependencia fue Gustavo Huerta.

Gali nunca le tuvo confianza a Gilberto Higuera y por eso simplemente no hay compromisos de Higuera hacia Gali.

A Higuera, Gali siempre lo ignoró y ninguneó.

Lo mismo sucede con Héctor Sánchez, presidente del Tribunal Superior de Justicia, quien ha marcado una sana distancia con el Galismo.

Héctor no dudará en encarcelar a ex funcionarios del Morenogalismo  que hayan abusado de su posición como servidores públicos.

Hoy Héctor ha recibido más del Barbosismo que de sus anteriores amistades, y eso debe agradecerlo de verdad.

Y finalmente, el auditor del Estado José Francisco Romero Serrano, es el nuevo garrote político porque su equipo analiza con lupa las corruptelas de los ex funcionarios.

La película llamada “La Persecución”, apenas ha iniciado y por eso no debe causar asombro que el morenogalismo guarde un silencio sepulcral.

Y cuando digo morenogalismo, queda entendido que ya no viven los corruptos ex gobernadores Rafael y Martha Érika y simplemente queda Tony Gali.