Apunten este nombre: Sofyen Amrabat. El jugador de Marruecos es el gran objetivo del Atlético para potenciar una parcela en la que se está haciendo aguas esta temporada. Y es que mientras la defensa está cada vez más definida (Hermoso coge fuerza por delante de Giménez… mientras que Molina cada vez rinde más y mejor y el ataque es cosa de Griezmann, Morata y Correa, el argentino con un papel más de revulsivo. La sala de máquinas, por su parte, busca el rumbo necesario para recuperar el nivel de los primeros años del cholismo.
Ahí es donde aparece un Amrabat que vería con buenos ojos dar el salto de la Serie A a LaLiga. Le seduce el proyecto rojiblanco y el estilo que dibuja Simeone (tan parecido al de su Marruecos en el Mundial) como para iniciar una nueva andadura tras cumplir su etapa en la Fiorentina. Club donde cumple su tercera temporada y donde todo apunta que no seguirá desde el 30 de junio de este 2023.
El conjunto de Florencia, en cualquier caso, no va a regalar a uno de sus principales activos después de Qatar. Sabe que la cotización del medio se multiplicó tras el gran papel de su selección y propio… y que es el momento de elevar una puja que arranca por unos 40 millones de euros.
Una cantidad que, a falta de meses, no contempla pagar el Atlético salvo que exista una gran venta en esa parcela. Ahí, por nombre y calidad, aparece el nombre de Rodrigo De Paul, campeón del mundo con Argentina y que está recuperando su estatus como rojiblanco en los últimos partidos. Una buena noticia en cualquier caso: si se queda como rojiblanco… o si se lle pone en el mercado.
Competencia del Barça
Más allá del alto precio está la competencia. Amrabat fue tanteado en enero por un Barça que ve en él un complemento perfecto a los Gavi y Pedri. Un futbolista con lo mejor que dar, como entiende la Dirección deportiva del Atlético, club al que se vinculan jugadores que no le interesan. Un escenario que no es precisamente el de Amrabat.