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Internacional

Colombia y Panamá inician cuarentena por COVID-19

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Colombia, que tiene 50 millones de habitantes, amaneció el miércoles en cuarentena general obligatoria por 19 días para contener la propagación del COVID-19, que ha dejado hasta el momento 378 contagiados y tres fallecidos en el país.

La víspera el presidente Iván Duque anunció que la medida busca “sortear esta tempestad llamada coronavirus” y garantizó el abastecimiento de alimentos y servicios sanitarios para toda la población.

Luego de un consejo de ministros que se extendió por varias horas, el titular de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, señaló que “el aislamiento preventivo no es un juego, ni una recomendación, es una obligación y por eso nuestra fuerza pública está desplegada para hacer cumplir esta medida.

Trujillo indicó que más de 470,000 hombres que integran las fuerzas militares continuarán acuartelados y que 35,000 de ellos, que son policías, estarán en más de un millar de puestos de control en todo el país y en 32 pasos fronterizos.

También habrá una especial vigilancia en supermercados, droguerías, centros comerciales y zonas de abastecimiento para garantizar que los colombianos adquieran alimentos y medicamentos.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó que a partir de la cuarentena obligatoria ordenada por el presidente Duque estarán prohibidos “el consumo y venta de licores para evitar inconvenientes en el interior de las familias que están en sus casas”.

A su vez advirtió que quienes no cumplan la cuarentena serán sancionados con prisión y que el tránsito de vehículos que no tengan un permiso tendrá una multa de 300 dólares. Bogotá tiene 120 de los 378 contagiados en todo el país.

Panamá, de 4,5 millones de habitantes, también entró en una cuarentena total a partir de la madrugada del miércoles y sólo se permite a la gente salir a comprar medicamentos y alimentos. Hasta el martes el país centroamericano registraba 435 contagiados y ocho defunciones.

En una medida extrema, un alcalde en Bolivia cerró el miércoles los accesos a su ciudad para impedir la circulación de automóviles y obligar a los vecinos a tomar en serio la cuarentena total y obligatoria que declaró la presidenta interina Jeanine Áñez el domingo.

“Hemos pedido a la gente que acate la cuarentena, pero no me escuchan y he pedido a la presidenta Áñez medidas más duras. Yo tengo la obligación de velar por la salud de las personas. No tengo otra alternativa que cercar la ciudad”, dijo Héctor Montaño, el alcalde de Quillacollo -en el centro de Bolivia- a la televisora ATB.

En tanto, Áñez estaba reunida con su gabinete analizando medidas más duras para obligar a la gente a quedarse en casa cuando el país ya lleva registrados 32 casos. Varios alcaldes han pedido declarar el estado de sitio en regiones donde el acatamiento a la cuarentena se ha relajado. “No descarto asumir otras medidas”, dijo la mandataria en un mensaje al país el martes a la noche.

La cuarentena permite a una persona por familia salir al mercado sólo por la mañana, pero mucha gente la ha tomado como una licencia para salir de paseo. En los mercados se ve aglomeración de gente a pesar de las advertencias sanitarias. Policías y militares vigilan las calles pero no son suficientes.

El partido del exiliado expresidente Evo Morales anticipó su rechazo a un eventual estado de sitio. El Movimiento al Socialismo (MAS) controla casi dos tercios de la Asamblea Legislativa. “Antes de aplicar una medida así, el gobierno debe decir qué medidas de ayuda aplicará para las familias pobres que deben salir a vender a la calle para procurarse un sustento”, dijo la presidente del Senado, Eva Copa.

La constitución permite a la presidenta aplicar el estado de sitio por decreto.

Bolivia cerró sus fronteras, suspendió viajes terrestres y canceló vuelos al exterior. No obstante, cada día regresan al país entre 350 y 380 bolivianos desde países vecinos, dijo la Dirección de Migración.

Por su parte, Chile extendió el miércoles la suspensión de clases luego de anunciar que los contagiados se elevaron a 1.142, 220 más que la víspera.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó el fallecimiento de una tercera persona, un hombre de 82 años con un cáncer terminal.

Además, el gobierno habilitó parcialmente como hospital un centro privado de eventos de 27,000 metros cuadrados, que inicialmente dispondrá de 800 camas que pueden elevarse a 3,000.

Mañalich dijo que el gobierno se ha “preparado para que en el mismo momento haya 100,000 enfermos”, de los cuales unos 15,000 necesitarán estar hospitalizados simultáneamente.

Por su parte, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, anunció una extensión por dos semanas de la suspensión de clases y el adelantamiento de las vacaciones de invierno. Más de tres millones de alumnos primarios y secundarios están sin clases desde mediados de mes, a los que se suman 1,6 millón de universitarios.

En Argentina dos mujeres se sumaron este miércoles a la lista de víctimas fatales por la pandemia, con lo cual los muertos ascendieron a ocho. En tanto, los casos confirmados son 387.

“Cuando nos preguntan por qué todos nos tenemos que quedar en nuestra casa, la respuesta es porque los que más se infectan son los más jóvenes, los más activos, los que circulan más y los que pueden transmitir la infección a los que tienen más riesgo de fallecer, que son los mayores de 60”, explicó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.

A su vez el Ministerio de Seguridad indicó que hay 2.226 las personas detenidas por no cumplir la cuarentena obligatoria.

“Es posible que haya gente que no esté autorizada a salir. Yo le aviso a esa gente que, adonde los encontremos, los detenemos y les vamos a sacar los autos, porque son unos inconscientes”, advirtió el presidente Alberto Fernández en un mensaje difundido por la prensa local.

Por otra parte, el Banco Mundial confirmó un préstamo de 300 millones de dólares para Argentina destinado a “fortalecer el sistema de protección social y minimizar el impacto de la crisis en los sectores más vulnerables”. La pobreza en Argentina afecta a cerca de 40% de la población.

En Ecuador, la secretaria de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles, confirmó que cuatro personas han dado positivo a COVID-19 en las icónicas islas Galápagos, al tiempo que precisó que hay 1.173 contagiados, 1.562 casos sospechosos y 28 fallecidos en el país.

Indicó que los hospitales de Ecuador cuentan con más de 9,800 camas y otras 250 en unidades de cuidados intensivos.

La provincia de Guayas sigue teniendo la mayor cantidad de contagiados, con 859 casos, por los que fue declarada zona de seguridad y hay severas restricciones a la movilidad de personas.

Desde el miércoles rige un toque de queda ampliado en todo el país entre las 14.00 local (1900 GMT) y las 05.00 (1000 GMT).

En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.

La pandemia global provocada por el nuevo coronavirus ha infectado al menos a más de 451,000 personas y causado la muerte a más de 20,000 en todo el mundo, paralizado economías e impuesto restricciones a los desplazamientos para tratar de impedir su propagación.

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