‘Dreamers’ poblanas temen por su futuro si Donald Trump gana las elecciones
Cuatro mujeres de Puebla, beneficiarias del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), pudieron reunirse con sus familias en México gracias a un salvoconducto otorgado por la Universidad Iberoamericana Puebla y otras instituciones en Estados Unidos. Durante su estancia en el país, estas jóvenes dreamers expresaron su preocupación por la incertidumbre que se vive en Estados Unidos ante la posibilidad de que el ex presidente Donald Trump regrese al poder y cumpla su promesa de eliminar el programa DACA.
Bajo la iniciativa “Diálogos Binacionales: Construyendo comunidades más fuertes a través de fronteras”, la universidad jesuita permitió que un grupo de 31 jóvenes mexicanos que emigraron a Estados Unidos durante su infancia regresaran a su país de origen por 10 días. Entre ellos viajaron cuatro mujeres poblanas de la Mixteca baja, quienes compartieron las dificultades que enfrenta la comunidad migrante en Estados Unidos durante los periodos electorales.
Una de las beneficiarias, Ariana Muñiz, originaria de Tecomatlán, Puebla, y actualmente residente en Brooklyn, Nueva York, señaló que la campaña presidencial en Estados Unidos genera preocupación e intranquilidad entre quienes no son residentes o ciudadanos estadounidenses. Muñiz lamentó que el programa DACA esté siendo utilizado como una herramienta política para obtener votos, tanto por el partido Republicano como por el Demócrata, del cual proviene el actual presidente Joe Biden.
Muñiz expresó su preocupación por las recientes declaraciones del candidato Trump, quien advirtió sobre un posible proceso de deportación masiva en caso de ganar las elecciones, recordando que durante su presidencia logró detener la emisión de nuevos permisos DACA. Esta situación se agrava debido a las limitaciones institucionales que dificultan la regularización de la población migrante, afirmó Muñiz.
Maricruz Flores, nacida en Acatlán de Osorio y residente en Nueva York desde hace más de dos décadas, también compartió su temor de perder su estatus legal, especialmente ante el aumento de las posibilidades de que Trump vuelva a ser presidente, según algunas encuestas en Estados Unidos. Flores destacó lo difícil que es mantener la vigencia del programa DACA, ya que cualquier error, incluso una multa de tránsito, puede poner en riesgo su situación legal. Además, resaltó el desafío emocional de ser estigmatizada como migrante, a pesar de haber crecido en Estados Unidos desde la infancia.
Para Flores, la falta de certeza sobre su estatus migratorio representa una amenaza a su identidad y libertades, especialmente después de tantos años lejos de su familia en México. La incertidumbre sobre su futuro en el país donde ha pasado la mayor parte de su vida es una carga emocional adicional para ella.