De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal, el estado de Puebla enfrenta una significativa escasez de docentes en las escuelas de nivel básico. La situación es alarmante, ya que en uno de cada tres municipios de la entidad, las instituciones educativas presentan un déficit de más del 50% en la cobertura docente.
Esta falta se mide según el estándar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que establece que debe haber 14.76 estudiantes por maestro para garantizar una educación de calidad. La realidad en Puebla, sin embargo, muestra que el promedio es de 22 alumnos por docente, lo que representa una brecha considerable.
Impacto y causas de la escasez
Laura Angélica Bárcenas Pozos, doctora en Educación por la Universidad Iberoamericana Puebla, atribuye este déficit a varios factores, incluyendo una oferta insuficiente de plazas, dificultades en la asignación de las mismas, y una falta de inversión en el sector educativo. Además, obstáculos sociales como la marginación y la inequidad económica contribuyen a la disminución de la calidad académica en el estado.
Según los datos más recientes, durante el ciclo escolar 2023-2024, Puebla contaba con 1 millón 362 mil 274 alumnos y 63 mil 027 docentes. La escasez de maestros alcanza un 46% a nivel estatal, y en las escuelas públicas, este déficit se eleva hasta un 55%, con un promedio de 23 alumnos por cada profesor.
Municipios más afectados
La situación es más crítica en ciertos municipios. Cuapiaxtla de Madero, por ejemplo, presenta una escasez de docentes del 107%, con una proporción de 239 alumnos por escuela. Este municipio también enfrenta una alta pobreza y problemas de seguridad. Amozoc, otro de los municipios con mayor déficit, muestra una escasez del 106%, con 30 estudiantes por docente, muy por encima del parámetro internacional.
Consecuencias y retos
Bárcenas Pozos explica que la alta densidad de alumnos en las aulas afecta la calidad educativa, ya que los docentes no pueden brindar una atención personalizada a todos los estudiantes. Esta situación no solo perjudica el aprendizaje, sino que también contribuye al rezago educativo y a la desmotivación de los alumnos.
La escasez de docentes en áreas con alta marginación y criminalidad también puede llevar a que los jóvenes se involucren en actividades delictivas.
La especialista sugiere que para mejorar la situación, es crucial aumentar la inversión en educación, asegurar una oferta adecuada de plazas docentes y revisar la asignación de las mismas. Asimismo, destaca la necesidad de una mayor planificación en los contenidos educativos para abordar el rezago existente y mejorar la movilidad social a través de la educación.