Internacional
FBI investiga ataque a Donald Trump como terrorismo doméstico
El FBI ha clasificado el reciente atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump como un acto de “terrorismo doméstico” perpetrado por un lobo solitario, cuyas motivaciones aún son desconocidas. El ataque, ocurrido durante un mitin en Butler, Pennsylvania, dejó a Trump herido, a un asistente muerto y al agresor abatido.
Kevin P. Rojek, agente del FBI a cargo de la investigación, declaró en una teleconferencia que el tirador actuó solo y que no hay preocupaciones de seguridad pública adicionales. Hasta el momento, no se ha identificado una ideología específica asociada con el atacante, quien utilizó un rifle semiautomático AR-15 comprado por su padre. No está claro si el atacante, Thomas Matthew Crooks, tomó el arma con permiso de su progenitor.
El FBI ha enviado el arma y el teléfono celular de Crooks a un laboratorio en Virginia para su análisis. Las publicaciones en redes sociales y textos revisados hasta ahora no revelan ninguna ideología política ni antecedentes de enfermedades mentales.
Durante la investigación, se encontraron dos dispositivos explosivos en el vehículo y en el domicilio de Crooks en Bethel Park, Pennsylvania, donde vivía con sus padres. Además de la herida en el oído de Trump, otras dos personas resultaron heridas en el ataque, aunque su estado ha mejorado de grave a estable.
A pesar del ataque, Trump fue dado de alta el mismo día y llegó a Milwaukee para el inicio de la Convención Nacional Republicana. Sin embargo, la respuesta del Servicio Secreto ha sido criticada por no haber detectado al tirador a tiempo. El presidente Joe Biden anunció una investigación independiente para esclarecer los hechos y pidió evitar especulaciones.
En un mensaje desde la Oficina Oval, Biden instó a “bajar la temperatura” tras el ataque, recordando el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y subrayando la necesidad de resolver diferencias en las urnas. Líderes mundiales, incluido el secretario general de la ONU, António Guterres, y varios dirigentes europeos, asiáticos y africanos, condenaron el ataque. El gobierno ruso culpó a la “atmósfera creada por esta administración” por el ataque contra Trump.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad de figuras políticas y la lucha contra el terrorismo doméstico en Estados Unidos.