Papa Francisco autoriza la bendición a parejas del mismo sexo

La Iglesia Católica, bajo el respaldo del Papa Francisco, ha dado un paso significativo hacia la inclusividad al autorizar a los sacerdotes a impartir bendiciones a parejas del mismo sexo. Esta decisión, plasmada en un documento oficial titulado ‘Fiducia Supplicans’ y emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, refleja un cambio en la postura de la Iglesia sin alterar su firme oposición al matrimonio homosexual.

El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto de la Congregación, es el encargado de dar voz a esta nueva perspectiva, destacando la apertura de la Iglesia a todos los creyentes, independientemente de su orientación sexual. “Se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su ‘status’ ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio“, establece la Declaración.

Es crucial destacar que la bendición a parejas del mismo sexo no implica una aprobación oficial del matrimonio homosexual por parte de la Iglesia Católica. El documento enfatiza que esta bendición no debe realizarse simultáneamente con los ritos civiles de unión ni en conexión con ellos, ni siquiera en términos de vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio.

Este cambio de postura marca una evolución en la posición de la Iglesia Católica, especialmente en comparación con la declaración de la Congregación en marzo de 2021, bajo la dirección del español Luis Ladaria Ferrer, que afirmaba que la Iglesia no podía bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.

La decisión actual refleja la línea más inclusiva que el Papa Francisco ha tratado de impulsar desde su elección en 2013. Aunque no es un cambio en la doctrina del matrimonio, el gesto representa un paso significativo hacia la aceptación y el respeto de la diversidad sexual dentro de la Iglesia Católica.

Este anuncio, que se suma a otras iniciativas del Papa Francisco a favor de la comunidad LGBT, podría tener un impacto considerable en la percepción de la Iglesia y su relación con sus fieles. La medida también destaca la constante adaptación de la institución religiosa a los cambios sociales y la evolución de las perspectivas éticas y morales en la sociedad contemporánea.