Puebla
Puebla cierra CERESOS municipales tras recomendaciones de la CNDH
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla ha tomado la decisión de cerrar los Centros de Reinserción Social (CERESOS) municipales en el norte del estado, debido a las alarmantes condiciones de hacinamiento que se han documentado en estas instalaciones. Esta medida fue anunciada por Daniel Iván Cruz Luna, titular de la SSP, durante una conferencia en la que también participó el gobernador del estado.
Cumpliendo con recomendaciones de la CNDH
Esta acción se deriva de las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que ha criticado duramente las condiciones de varios de estos penales. Cruz Luna señaló que algunos municipios aún operaban sus propias cárceles, a pesar de que esta responsabilidad corresponde legalmente al gobierno estatal.
Las deficiencias en los CERESOS incluyen no solo el hacinamiento, sino también la imposibilidad de separar adecuadamente a hombres y mujeres, lo que afecta gravemente el trato digno que deberían recibir los internos.
El secretario destacó que, como parte de las mejoras, el penal de Ciudad Serdán ha sido reacondicionado y administrado de manera más eficiente, un paso significativo hacia la protección de los derechos humanos de los reclusos.
Apoyo a las familias de los internos
Para abordar las preocupaciones de las familias cuyos seres queridos han sido trasladados a otros centros penitenciarios, Cruz Luna informó que se ha coordinado con la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) para facilitar el transporte de estas familias, asegurando que se brinde un trato adecuado a niños y adultos mayores en estas circunstancias.
Puebla cuenta con un total de 20 CERESOS, divididos en centros estatales, distritales y regionales. El penal de San Miguel, en la capital, es el más grande, albergando alrededor de 4,000 internos. Además, existen 13 centros distritales en diferentes localidades y cuatro CERESOS de competencia estatal, así como tres regionales distribuidos en San Pedro Cholula, Huauchinango y Tehuacán.
Este cierre es parte de un esfuerzo más amplio para abordar los problemas del sistema penitenciario en Puebla y garantizar que se cumplan los estándares de derechos humanos.