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Zaira buscaba la belleza y casi pierde la vida por presunta negligencia en liposucción
La presión para cumplir con los estándares de belleza ha llevado a muchas personas a considerar la cirugía estética como una opción para mejorar su apariencia. Sin embargo, detrás de este deseo de perfección existe un riesgo del que pocos médicos hablan, el cual puede tener consecuencias irreversibles, incluso la muerte.
Zaira González, una mujer de 29 años originaria de Puebla, decidió someterse a una liposucción integral, conocida como “Lipo 360”. Después de ahorrar durante mucho tiempo, finalmente se sometió a la intervención quirúrgica. Sin embargo, experimentó complicaciones graves, como un sangrado excesivo de sus glúteos, que los médicos inicialmente minimizaron como algo normal. Con el tiempo, desarrolló una infección grave que estuvo a punto de costarle la vida y enfrentó el riesgo de perder una pierna debido a la necrosis.
A pesar de las advertencias, los médicos a cargo minimizaron la gravedad de la situación, lo que llevó a Zaira a buscar una segunda opinión médica. Finalmente, tuvo que ser hospitalizada de emergencia para salvar su vida. Actualmente, se encuentra en proceso de recuperación y está decidida a hacer pública su experiencia para evitar que otras mujeres pasen por lo mismo y para buscar justicia.
El proceso comenzó en 2021 cuando Zaira buscó una evaluación para la cirugía. Después de un año de considerarlo, decidió proceder con la “Lipo 360”, un procedimiento que abarca toda la zona del torso para lograr una apariencia más contorneada. A pesar de algunos cambios de último minuto en el lugar de la cirugía, finalmente se realizó el procedimiento en abril de 2022.
Durante la cirugía, Zaira notó la presencia de otro médico que no había sido mencionado previamente, lo que la desconcertó. Después de la operación, experimentó un sangrado excesivo y dolores intensos, pero los médicos insistieron en que era parte del proceso normal de recuperación. A pesar de los signos de complicaciones, se le aseguró que todo estaba bien en las citas de seguimiento.
Las complicaciones continuaron en casa, con un empeoramiento de las heridas y la presencia de fluidos inusuales, pero los médicos continuaron minimizando la gravedad de la situación. Incluso cuando la hermana de Zaira insistió en una revisión más detallada, solo se le administraron medicamentos para aliviar el dolor.
La experiencia de Zaira destaca la necesidad de una mayor conciencia sobre los riesgos asociados con la cirugía estética y la importancia de la transparencia y la responsabilidad por parte de los médicos involucrados