Mascotas mueren en Hospital Veterinario Asís, por negligencia de su personal

El sábado 27 de agosto del presente año por la noche, Koda desarrolló un OTOHEMATOMA en la oreja (crecimiento en pabellón auricular) padecimiento que ya se había presentado anteriormente, saliendo sin complicación de la cirugía en enero 2021, ya que no es una operación de riesgo, ni urgencia.

El Domingo 28 de agosto 2022, contactamos al Médico Veterinario Zootecnista (M.V.Z) Sabas Niño Mata para ver si el realizaba ese tipo de operaciones dando una respuesta afirmativa. Consultamos la disponibilidad para poder realizar la cirugía con el HOSPITAL VETERINARIO ASIS, ubicado en Boulevard Atlixco 37 local 18, San José Vista Hermosa en Plaza San José en frente a Estrellas del Sur, en Puebla, Pue.

El egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) Sabas Niño Mata, quien ya había consultado a Koda anteriormente, confirmó el poder realizar la cirugía el Domingo 28 de agosto 2022; podían recibir al paciente el Lunes 29 de agosto en la clínica a las 9:00-10:00 am para poder realizarle los análisis y si estaba todo bien, poder realizar el procedimiento ese mismo día.

Lunes 29 de agosto, se realizan análisis de sangre (Bioquímica Quirúrgica y Hemograma de adulto). El M.V.Z. informa vía WhatsApp que está en condiciones de entrar a cirugía y se cita “todo bien con los análisis de Koda” e informa que va a dar inicio con la operación, alrededor de las 13:17 horas del lunes 29 de agosto.

Horas después de la cirugía, a las 16:01 informa que KODA estaba despertando de la operación y reporta que estará en observación. La hora estimada para entregar a KODA era entre 18 y 19 hrs del mismo día, sin embargo, por medio de mensaje de voz de WhatsApp a las 17:19 horas  informa el médico Sabas con voz titubeante y entrecortada que:  se cita  “KODA ya está bien despierto de la anestesia pero lo que lo está costando mucho es la reincorporación de las patitas de atrás, por la displasia y la manipulación de los posicionamientos en la mesa quirúrgica, le están molestando un poco, yo le recomendaría que se quedara ésta noche con nosotros, va incluido en el precio que les dimos, para la cuestión de estarle pasando analgésicos y darle más dosis de desinflamatorio para que no tenga consecuencias”. Hubo comunicación con la recepcionista por la tarde noche para conocer el estatus de KODA e informaron que estaba de mejor ánimo y lo veían mejor que ya había defecado y esperaban darlo de alta el martes 30 a las 9:00 por la mañana.

Martes 30 de agosto, a las 8:17 hrs contactan a los dueños, diciendo que habían intentado sacarlo al estacionamiento de la plaza a que caminara, pero mientras iba caminando, se arqueó, sacó la lengua porque la tenía morada y se desmayó. De ahí, como pudo, el médico Sabas se lo llevó de regreso a la clínica y en la llamada avisa que: ya estaba KODA intubado debido a que en ese momento le dio un paro respiratorio y se encontraba muy grave.

Al llegar a las instalaciones 8:45 am, los dueños ven a su mascota en una mesa intubado, completamente inconsciente y orinado. Pidieron acceso a las cámaras de video vigilancia del Hospital (cuentan con más de 12 cámaras de seguridad tanto en el interior como en el exterior del inmueble, incluyendo 3 cámaras en el Quirófano, una justo arriba de la mesa en dónde se encontraba KODA). Esto con la incertidumbre de saber si lo que mencionaban realmente había sucedido o si desde la noche anterior KODA había estado delicado de salud por una sobredosis de anestesia. En todo momento los empleados y doctores de la clínica negaron el acceso a las cámaras argumentando que no tienen la clave y que la dueña de la clínica M.V.Z. PAOLA MONTES GARCIA, no estaba en el País y a pesar de llamarla en varias ocasiones frente a los dueños nunca atendió la llamada o mensajes, incluyendo las realizadas del celular de la dueña de KODA.

Inicialmente negaron también los análisis preoperatorios del paciente, al igual que toda información que pudiera comprometer su trabajo y la cirugía. Contradiciéndose en las versiones y justificaciones con los dueños, ambos doctores involucrados en la cirugía. M.V.Z. SABAS NIÑO MATA y ERNESTO RAFAEL LÓPEZ PÉREZ

En todo momento los doctores intentaron justificar sus acciones, después de varias solicitudes y presión de los dueños, proporcionaron los análisis preoperatorios (se anexan resultados) de KODA, negando la existencia del expediente clínico donde debieron haber tomado nota del procedimiento, las dosis y los medicamentos administrados. El Médico egresado de la BUAP Sabas Niño, en una hoja en blanco anoto los medicamentos que dice haber suministrado al paciente, se negó a hacerlo en una hoja membretada y a firmarlo; únicamente anotó las dosis y los medicamentos que en teoría se le administraron a KODA, durante la cirugía.

Con esta información se consultó de manera telefónica a tres veterinarios más. Coincidiendo los tres que al NO ser una cirugía de urgencia y con la EDAD del paciente, NO debió operar debido a los altos valores que arrojaban los análisis previos a la cirugía, la ALANINOAMINOTRANSFERASA con parámetros de 17 a 78 estando KODA en un rango de 122 U/L y la FOSFATASA ALCALINA con parámetros de 13 a 83, el paciente tenía 441 U/L. Justificándose el médico SABAS y se cita: “Asocié el valor de la fosfatasa con su displasia de cadera y NO al hígado”.

Aún conociendo estos dos valores muy por encima y siendo un perro adulto, decidió operar al paciente, creándole un problema severo en el hígado (que estaba alterado con respecto a los valores de los análisis preclínicos) por someterlo a la anestesia, analgésicos y una gran cantidad de des inflamatorios (como el mismo menciona en audio enviado a los dueños, citado anteriormente). La fatiga y todo ese exceso de medicamento, creó una falta de oxigenación en el paciente, lo cual llevo a un paro respiratorio y después a un estado de coma.

Presentes los dueños en la clínica, durante la mañana, retiraban el oxígeno y redujeron la dosis del suero, todo esto con supervisión de otro de los médicos consultados vía telefónica, de igual manera por solicitud del veterinario externo, se tomó una radiografía del corazón, mostrándolo a este órgano, sin problemas y fuerte, al igual que se solicitaron nuevos análisis de sangre del paciente (mismos que ya no fueron entregados a los propietarios), sin embargo ya el daño era muy grande, KODA estaba en agonía y con dolor, llegó a despertar en un par de ocasiones con llanto y dolor movía ligeramente sus patas.

Koda estuvo intubado dentro de la clínica, con suero y junto a sus dueños desde las 8:45 am hasta la hora en que lo sedaron para dormirlo 16:10 del martes 30 de agosto. En todo ese tiempo, no encontraron y/o negaron el expediente clínico del paciente, así como también el protocolo de anestesia (inexistente). Se cita la respuesta al negar el protocolo de anestesia: “No se realizó, ya que estábamos saturados en la clínica y no había quien la llevara o hiciera”. Cuentan con los protocolos sin embargo NO los usan.

El Doctor Sabas Niño, administró 4 dosis de un medicamento el cual no tenemos su nombre, para que el pobre cachorro descansara de su malestar. El daño que habían causado por realizar la cirugía aún conociendo los valores que afectaban al hígado con la anestesia y probablemente los medicamentos administrados. Debió haber postergado la cirugía, era lo correcto y mas sensato. Sin embargo el daño causado ya era irreversible.

A pesar de la displasia de cadera que padecía, KODA era un perro sano, fuerte, atendido y bien alimentado.

Desgraciadamente por una incompetencia de los veterinarios que llevaron a cabo la cirugía, KODA murió por negligencia médica, aún cuando los parámetros o niveles preoperatorios no estaban bien, porque no saben qué dosis de anestesia realmente le suministraron, porque nunca hubo expediente clínico ni respuesta concreta por parte de SABAS o RAFAEL del motivo del estado de coma del paciente. La Realidad es que MATARON al paciente e intentan cubrir el “prestigio” que pueda tener el hospital y la imagen del mismo y la propia.