Estado
Violencia contra policías en el Triángulo Rojo
En los últimos seis años, un total de 97 policías perdieron la vida en el estado de Puebla, de los cuales 20 los asesinaron en municipios pertenecientes al Triángulo Rojo, una zona marcada por la presencia de grupos dedicados al robo de combustible o huachicol, según los registros de la organización Causa en Común.
Triángulo Rojo, zona en foco rojo
Según los datos proporcionados por Causa en Común, durante el año 2018 se registraron 7 asesinatos de policías en el Triángulo Rojo, mientras que en 2019 la cifra también fue de 7. En el año 2020 no se reportaron asesinatos de policías en esta zona, pero en 2021 y 2022 se registraron 3 casos en cada año. Hasta el momento en 2023 no se han registrado asesinatos de policías en esta región.
Los municipios del Triángulo Rojo donde se han registrado estos asesinatos son Amozoc, Acatzingo, Los Reyes de Juárez, Yehualtepec, Huixcolotla, Tecamachalco y Tepeaca. Aunque la mayoría de las víctimas son policías municipales, también se han contabilizado casos de agentes de la Guardia Nacional y de la Policía Ministerial.
Los ataques armados contra los policías, en su mayoría, han ocurrido en pleno día. La respuesta de las autoridades de seguridad no siempre es inmediata, lo que permite que los responsables escapen. La Fiscalía General del Estado (FGE) tiene registro de estos ataques armados contra agentes de seguridad mientras realizaban sus patrullajes regulares.
Uno de los incidentes más trágicos ocurrió el 15 de junio de 2018, cuando seis policías municipales de Amozoc de Mota respondieron a una alerta sobre una toma clandestina y robo de combustible en la colonia Signoret. Al llegar al lugar, fueron emboscados por individuos desconocidos, quienes los obligaron a formarse en fila y luego los ejecutaron a sangre fría.
El año 2019 resultó especialmente letal para los agentes en la región del Triángulo Rojo, con 7 de los 22 casos reportados en el estado ocurriendo en municipios de esta zona. Estos ataques son un recordatorio constante de la peligrosidad que enfrentan los agentes de seguridad en áreas donde operan grupos criminales dedicados al robo de combustible y otros delitos.